Aspecto de la manifestación del 11 de marzo en Salamanca |
Como ocurriera el pasado
19 de febrero, miles de castellanos y leoneses han salido a las
calles de las capitales de provincia de nuestra comunidad, para
manifestar su oposición al recorte de derechos laborales impuestos
por el Gobierno del PP, a la vez de apoyar la convocatoria de Huelga
de General realizada por los sindicatos para el 29 de marzo.
El seguimiento de las manifestaciones del 19 de febrero, pero especialmente, el importante seguimiento de las de ayer domingo, suponen un importante respaldo a los sindicatos y a la convocatoria de Huelga General, a pesar de la importante campaña de desprestigio sindical que el gobierno y los medios de la derecha han puesto en marcha desde la primera convocatoria de movilización.
Para la federación
castellano y leonesa del PCE (PCCL) tras el importante seguimiento de
las manifestaciones, el PP debería convocar a los sindicatos para
abrir una negociación sobre la reforma laboral, ya que cada día que
pasa es más evidente que la mayoría de la población se opone a la
reforma.
Que el Gobierno del Sr.
Rajoy se siga negando a sentarse con los representantes de los
trabajadores para abrir un proceso de negociación, demuestra la
escasa capacidad de dialogo del PP, a la vez que nos sitúa a los
trabajadores en la obligación de secundar una Huelga General, cuyas
consecuencias económicas y sociales solo podrán achacarse al
Gobierno del Sr. Rajoy.
El PCE, como no puede ser
de otra manera, apoya y anima a participar en esta convocatoria de
Huelga General al entender que estamos en un momento en que los
derechos de la mayoría de la población están siendo recortados y
en el que se hace necesaria la defensa del sector público ante los
ataques y recortes que está padeciendo.
Los derechos laborales y
sociales del conjunto de los ciudadanos, son algo que se he logrado
tras muchos años de lucha y de reivindicación, aceptar que ahora se
nos recorten esos derechos, es por una lado tirar por tierra los
esfuerzos de las generaciones anteriores de trabajadores que los
lograron y por otro es condenar a las generaciones futuras a tener
menos derechos laborales que en la actualidad.